lunes, 15 de febrero de 2010

Crean una libélula de silicio que será utilizada en misiones de espionaje:




Pesa 120 mg, mide 6 centímetros e integra sensores, emisores de información y un cerebro

Crean una libélula de silicio que será utilizada en misiones de espionaje


Ingenieros franceses han construido un prototipo de libélula artificial hecha de silicio que pesa 120 mg y mide 6 centímetros. Vuela según los mismos principios de las

libélulas naturales y será utilizada por el Gobierno de Francia en misiones de espionaje, como sobrevolar territorios sin ser percibida para transmitir información

estratégica. Poco más grande que la falange de un dedo humano, integra 180.000 nanomúsculos de 9 nano gramos en la superficie de las alas y alcanza una potencia mecánica

útil de 80 mW por solamente 2 mg de microaccionadores integrados. Integra asimismo sensores, emisores de información y un cerebro para coordinar sus movimientos.



Ingenieros franceses han desarrollado una libélula de 120 mg de peso y 6 cm de longitud que en un futuro próximo realizará labores de micro-espionaje en zonas poco

accesibles o contaminadas, a las que el hombre no puede llegar.



La compañía francesa SilMach, con sede en Besançon (Doubs), es la artífice de esta proeza tecnológica, por la que recibió a finales de 2006 el premio Siences et Défense

2005 del ministerio de Defensa francés, en reconocimiento a su labor de investigación en el campo de la biónica.



La libélula artificial tiene un sistema de propulsión de alas batientes y posee una masa de tan sólo 20 mg. Poco más grande que la falange de un dedo humano, esta libélula de

silicio integra nada menos que 180.000 nanomúsculos de 9 nano gramos en la superficie de las alas y alcanza una potencia mecánica útil de 80 mW por solamente 2 mg de

microaccionadores integrados.



En comparación, el motor electromagnético más pequeño comercializado pesa 91 mg, necesita una transmisión de potencia auxiliar y desarrolla 0,5 W/g. Los 100 mg restantes

del micro-espía están dedicados a las microbaterías MEMS, actualmente en desarrollo en el CEA.



Años de trabajo:


Como ya anticipamos en un anterior artículo, cuando esta libélula aún era tan sólo un proyecto, el funcionamiento de este micro robot es sencillo: sus músculos (situados en

las láminas elásticas de las alas y en sus extremidades) se inclinan, se contraen y se estiran en función de la tensión eléctrica (de entre 100 y 150 voltios).



Desde sus puntos de anclaje se genera la flexión, a varias decenas de pulsaciones por segundo, de las alas. La amplitud del batimiento de las alas alcanza los 40º, al igual que

en el modelo animal. Este pequeño robot integra asimismo sensores, emisores de información y un cerebro para coordinar sus movimientos.



La libélula voladora no tripulada o automática aún se encuentra en el estadio de prototipo, pero en un futuro próximo podría ser utilizada por el ejército o por compañías

privadas para obtener información en zonas de difícil acceso o contaminadas.



De hecho, ha sido solicitada por el ministerio francés de Defensa, tal como se explica en este comunicado. Una de sus aplicaciones será sobrevolar territorios sin ser

percibida para transmitir información estratégica a los sistemas de defensa del país.



En realidad se trata de un minúsculo avión no tripulado que es insensible a la contaminación y a las armas convencionales, aunque se le podría destruir de un manotazo. Un

ingenio militar sin precedentes en términos de discreción tanto óptica como acústica.



Tecnología MEMS:


La tecnología MEMS o de sistemas microelectromecánicos aplicada en la libélula es una tecnología electromecánica micrométrica que puede mezclarse, a pequeñísimas

escalas, con sistemas nanoelectromecánicos o NEMS y con la nanotecnología.



Consiste en la integración de elementos mecánicos, operadores y electrónicos, así como de sensores, en un sustrato de silicio, mediante tecnología de microfabricación. Los

componentes micromecánicos se acoplan al silicio gracias a procesos "micromecanizados", que sitúan selectivamente los elementos en la superficie o que añaden a ésta nuevas

capas estructurales.



La compañía Silmach se dedica además a concebir y desarrollar otros sistemas micromecánicos MEMS formados por silicio. Una de sus logros más innovadores ha sido

conseguir añadir funciones mecánicas complejas a circuitos integrados.



Sus clientes proceden de diversos sectores, a parte del de defensa, como el aeronáutico, el automóvil o la relojería. El premio que ha recibido la compañía es un galardón

anual entregado a las contribuciones científicas a la defensa nacional francesa más eminentes.



Antecedentes biónicos:


La biónica, ciencia que estudia las funciones de los organismos vivos y emplea esta información para el desarrollo de sistemas artificiales, como en el caso de esta libélula

espía, ha dado lugar en los últimos años a sorprendentes máquinas



Un ejemplo de estas aplicaciones son los enjambres de robots que en unos años imitarán el comportamiento de los insectos gracias a un sistema de inteligencia colectiva en

cuyo desarrollo trabaja el ejército australiano.



Otro precedente es el robot-chinche que camina sobre el agua y que explorará embalses de agua potable en busca de toxinas.



Obtenido de: http://www.tendencias21.net/Crean-una-libelula-de-silicio-que-sera-utilizada-en-misiones-de-espionaje_a1386.html


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